Hoy me tocaba pegarme a mí.
Ni me ha dado tiempo a comerme las uñas porque nada más llegar, sin casi tiempo para calentar, ha empezado la competición. Conocía de sobra a mis rivales, todas ellas medallistas en competiciones nacionales e internacionales, y salía sin muchas pretensiones: experimentar y aprender. Y eso he hecho: he sentido, he "sufrido" ataques nuevos, formas nuevas que nunca había encontrado, he aprendido… pero me ha sabido a poco. Me hubiera gustado hacerlo mejor, aguantar más, ver más técnicas, más posibilidades y que me dejaran jugar un poco más (claro que así y todo he tardado media hora en volver a las pulsaciones normales).
Las competidoras, los árbitros, el Presidente y "mis" chicos (que me han vitoreado como a nadie en la entrega del trofeo) han estado encantadores y globalmente ha sido una "ex-periencia ex-tupenda" aunque reconozco que las he tenido más placenteras.
En la otra parte del tatami también hoy era el turno de los más peques: Jimena, Myriam, Aïnoa, Laura, Aïdan, Guillermo y Carlos han disfrutado de una clase de judo lúdico y han podido “medirse” con los medallistas extremeños que se han dejado hacer de todo. Desde la grada sus papás y hermanos asistían a sus juegos y a los de cientos de pequeños judokas más que al final se han ido tan contentos con su medalla, su camiseta y otros obsequios. Gracias a todos los que habéis hecho muy grata la jornada de hoy.
Destacar también el trofeo que la Federación Extremeña ha concedido a nuestra Escuela por su labor en la promoción del judo. Este reconocimiento llega en un momento en el que, no sin cierta tristeza, he decidido dejar definitivamente la gestión del Club y por eso lo agradezco doblemente.
Han sido un par de temporadas muy intensas, de considerable compromiso y de pequeños grandes logros. He disfrutado a veces, menos otras, he aprendido mucho, no todo útil, ni todo bueno, pero mucho. Ahora creo que es el momento de dejar que alguien con nuevas ideas e ilusiones tome el relevo.
Me permitiréis que este post se lo dedique a mi familia. Las horas que he empleado en esta tarea (y puedo asegurar que han sido unas cuantas) en realidad eran suyas.
